Amor por la fe, el teatro y la música
Oscar Rosales, es un joven que nació en Wisconsin, y de niño, a muy corta edad, fue enviado a Guadalajara, Jalisco, lugar de origen y nacimiento de sus papás, para ser criado por sus familiares. Años después regresó a los Estados Unidos en busca de trabajo, pasó por momentos difíciles, pero finalmente llegó a Tulsa, a una parroquia entregada y comprometida en su labor de servir e impulsar a la comunidad hispana
Toda su infancia y adolescencia, Oscar la pasó en suelo mexicano. Años después regresó a suelo estadounidense, a la ciudad de Tulsa, Oklahoma, en busca de oportunidades de vida y de trabajo.
«Mi única misión al regresar a Estados Unidos era sólo trabajar, trabajar y trabajar».
Sin darse cuenta, poco a poco fue descubriendo otra misión que Dios le tenía preparada. A los 18 años de edad, en una etapa de dudas, inquietudes y de dificultades, Óscar buscó respuestas y un refugio en la parroquia más cercana a donde vivía. Ahí conoció al padre José María Briones, originario de Puebla.
Para Óscar fue sorprendente ver a un sacerdote en el templo preparando los arreglos florales, pues le mostró la humildad en el trabajo. Óscar comparte que el padre Briones le ofreció trabajo, pero también lo invitó a ser monaguillo; sin embargo, antes tenía que «dejarse crecer las cejas» pues Óscar, en esta etapa de su vida, la rebeldía y modas lo tenían cautivado.
Cuando a Óscar le «crecieron las cejas» él ya tenía un trabajo asegurado ayudando al padre Briones en las labores de la parroquia, y tenía asegurado un lugar como acólito en todas las misas. Poco a poco se fue ganando el cariño y confianza del sacerdote poblano, y con el tiempo lo adoptó como su hijo. Óscar comparte que es su segundo papá, el cual lo ayudó a enderezar el camino y a pulir sus carismas y talentos, tanto en el servicio como en la música y el teatro.
Hoy Óscar Rosales, con la ayuda del padre José Maria Briones, es líder y ha conformado una banda de música católica llamada KALOS (Más que bueno) con canciones compuestas por él, y va por su segundo disco con un contenido cristiano y litúrgico pero muy atractivo en su música y ritmos para los jóvenes hispanos.
También es parte del staff que dirige y produce el espectáculo de danza folclórica «Maravillas de México», un proyecto emprendido por el padre José María Briones, el cual busca enaltecer los valores culturales de México, pero que no es exclusivo para mexicanos pues la compañía también está conformada por gente originaria de toda Centroamérica.
Por EDH/Redacción
Acérquense a Dios
«Al estar con Dios no hay nada que temer. Cuando no nos acercamos a Dios, andamos portándonos mal y haciendo cosas indebidas; hay que aprovechar el tiempo que estemos aquí para estar cerca de Dios porque después te deportan y ya no te da tiempo de nada. Si la familia se acerca a Dios todo estará bien. Los hispanos en Estados Unidos tienen que ser la imagen de Jesús».
Oscar Rosales