«Yo creo en estos niños»
Miradas de esperanza nace en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, en el 2008 y en el 2011 en McAllen, Texas con el objetivo de brindar ayuda a niños invidentes y débiles visuales como una oportunidad de ser vistos por los que ven y no ser colocados en un rincón donde transcurren sus días empequeñeciendo sus aspiraciones o ignorando la misión que como todo ser humano tiene en la vida. Lolina Fernández de Garza, presidenta y fundadora de la asociación platicó con El Despertador Hispano sobre el proyecto.
Por Chucho Picón
¿Qué es Miradas de esperanza?
Es una asociación sin fines de lucro que organizamos para apoyar a niños ciegos y débiles visuales debido a que habíamos checamos en toda Reynosa y no había algún lugar en donde ellos pudieran integrarse con conocimientos o con deporte, a una sociedad hecha para personas que ven.
¿Qué la motivó para impulsar este proyecto?
Lo que me motivó fue German, un niño de siete años de edad, que me lo encontré cerca de los basureros. Él había perdido sus ojos por cáncer. Cruzó por mi camino y me dijo: ‘señora, ayúdeme’ y a raíz de eso empecé a investigar qué podía hacer por él. Primero lo llevé a poner sus prótesis, porque me lo encontré con una garra tapada sin ojos; empecé a buscarle clases de música, clases de computación y me di cuenta de que no había nada para él. Entonces, con la ayuda de Dios, lo empecé a ayudar. A través de German se formó lo que hoy es Miradas de esperanza.
¿A cuántos niños atienden?
Ahorita ayudamos alrededor de 60 niños, entre los que están jóvenes, adultos y bebés. Tenemos todo el programa académico: estimulación temprana, primaria y secundaria. También tenemos un programa de idiomas en donde se maneja inglés, francés e italiano porque ellos al carecer de la vista se les agudiza mucho el oído. La idea de Miradas de esperanza es poderlos integrar a la sociedad de una manera natural y funcional.
¿También muestran sus talentos?
Son niños que tienen un talento impresionante. Tenemos una orquesta y otro proyecto que se llama Blind Tennis y la idea es prepararlos para que compitan en las olimpiadas paralímpicas del 2020.
¿Cuáles son las principales necesidades?
Lo que sucede es que a veces la gente no conoce, la gente piensa que una persona con discapacidad es una persona tonta, que no tiene nada que hacer y a mí lo que me interesa es que se conozcan sus talento. Me da tristeza que cuando empiezo un proyecto me preguntan que para qué computadoras, para qué tenis. Hay mucha ignorancia hacia cualquier discapacidad. Cualquier ser humano merece respeto, merece que se le dé una oportunidad. Yo creo en estos niños y estoy segura que van a salir a competir.
El proyecto de la Misericordia
- 10 años ayudando a los niños
- 60 niños son atendidos actualmente. Desde bebés, jóvenes y adultos
- 25 maestros en servicio
Apoyo y educación
- Orientación y movilidad
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- Computación
- Braille
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- Educación artística
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