Dios tiene un sueño para los dreamers
Yazmín Saldívar Pérez es una soñadora, una dreamer, y es coordinadora del Catholic Dreamers Ministry, que integra a hispanos católicos que buscan que se respeten sus sueños de una vida mejor. Nos comparte cómo están trabajando desde su ministerio.
Yazmín, de 29 años, nació en León, Guanajuato, México. A los 4 años viajó con su madre a Estados Unidos para reunirse con su padre. Estudió la licenciatura en sociología y estudios latinoamericanos, carrera que le llevó más de ocho años, ya que no tuvo beca o ayuda financiera del gobierno por ser indocumentada. Con su trabajo, y un poco con la ayuda de sus padres, fue tomando las materias universitarias hasta que pudo concluir su carrera.
Actualmente, Yazmín trabaja en la arquidiócesis de Chicago en la pastoral migratoria. Comenta que es el único ministerio de este tipo y con esas características en todo Estados Unidos: “No hay otro lugar o diócesis que tenga este tipo de servicio y atención a los migrantes; se tiene proyectado expandir este ministerio a otras diócesis, como ya empezará en breve en Stockton, California, y en Kansas City, en Missouri”.
Explica Yazmín que el ministerio de Catholic Dreamers Ministry, desde su creación, busca que sus integrantes cuenten y compartan sus testimonios de vida en las diferentes parroquias y grupos, para concientizar a otros sobre su estatus migratorio y la violación a sus derechos. Con el paso del tiempo se fue ofreciendo otro tipo de ayuda y orientación, como el llenado de aplicaciones para calificar a los diferentes programas migratorios.
“No todos califican a DACA pero necesitaban atención, ayuda y asesoría para llenar sus aplicaciones. También nuestros miembros se encargan de establecer una red con toda la comunidad para difundir nuestros derechos y concientizar a los congresistas para que puedan revertir las iniciativas en contra de los migrantes. También les hemos escrito a los congresistas enviándoles fotos de nosotros para que nos identifiquen, además adjuntándoles mensajes bíblicos sobre la caridad y las obras de misericordia. Hoy le pedimos a Trump una solución permanente, que no criminalice a nuestros padres; ellos fueron los primeros dreamers en este país al querer venir a aquí, a trabajar, para darnos una mejor vida. No queremos que los deporten, no queremos eso”.
Al preguntarle sobre cuál es su sueño, ella responde: “Mi sueño en este momento es tener una maestría en trabajo social para trabajar en la atención de los grupos más vulnerables, específicamente con los jóvenes y niños migrantes; eso es lo que más me motiva, me apasiona e identifica: el ayudar y servir a todos los migrantes”.
En relación a su fe católica y cómo ésta le ha ayudado a vivir tanta angustia y adversidad, Yazmín expresa: “Mi fe me ha sostenido. En estos más de 24 años mi fe me empuja a seguir. A través de nuestra fe he aprendido a valorar las bendiciones recibidas. Gracias a Dios tenemos vida y salud; gracias a todas estas dificultades hemos encontrado nuestra misión».
«Gracias a la pastoral juvenil y gracias al ministerio de Catholic Dreamers Ministry encontré mi lugar en la Iglesia y en la sociedad; es ahí donde pertenezco, no cambiaría esta experiencia por nada del mundo. Estas dificultades son las que nos llevan a nuestra santidad. Tal vez nos persiguen, nos discriminan, nos oprimen, pero es ahí donde encontramos a Cristo. Es ahí, en esa persecución migratoria, que encontramos el rostro de Cristo y nos sentimos identificados con su dolor”.
Finalmente dijo: “Dios tiene un regalo para nosotros, un sueño; Dios siempre tiene un plan para nosotros y siempre ese plan es mejor de lo que esperamos. Tal vez las cosas no se dan como queremos, pero Dios tiene el mejor plan para nosotros”.
Publicado en la edición impresa de El Despertador Hispano de febrero de 2018 No.9